Reflexiones al Mensaje del 25 de enero de 2009

INVITADOS A SEGUIR EL CAMINO A LA SANTIDAD

"¡Queridos hijos! También hoy los invito a la oración. Que la oración sea como la semilla que pondrán en mi Corazón, y que yo entregaré a mi Hijo Jesús por ustedes, por la salvación de sus almas. Deseo, hijitos, que cada uno de ustedes se enamore de la vida eterna, que es su futuro, y que todas las cosas terrenales les sean de ayuda para que se acerquen a Dios Creador. Yo estoy tanto tiempo con ustedes porque están en el camino equivocado. Solamente con mi ayuda, hijitos, podrán abrir los ojos. Hay muchos que al vivir mis mensajes comprenden que están en el camino de la santidad hacia la eternidad. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!" 01/2009

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Al encontrarse con Dios todos descubren el camino correcto y están concientes de la verdad sobre sí mismos. La oración es la manera más fácil el cual podemos encontrar a Jesús, quien es el significado de nuestras vidas. Los requisitos básicos para la oración más apropiada son: honestidad, humildad y valor, que nos ayudan a alcanzar a Dios de una manera más fácil. En su mensaje del 25 de enero Nuestra Señora nos llama a la oración, como nos ha invitado muchas veces hasta ahora. Ella también nos ha dado una explicación en cuanto al porqué ella nos llama diciendo: "Que la oración sea como la semilla que pondrán en mi corazón, y que yo entregaré a mi Hijo Jesús por la salvación de sus almas". La salvación es el camino de la santidad. En su mensaje del 28 de marzo de 1985 Nuestra Señora nos dice: ¡"Queridos hijos! ¡Hoy deseo llamarlos a que oren, oren, oren! En oración ustedes recibirán la alegría más grande y la solución en cada situación que no tenga ninguna solución. Gracias por empezar a rezar. Cada individuo es muy querido en mi corazón. Y agradezco a todos los que han impulsado la oración en sus familias." Cuando Nuestra Señora habla de la oración, ella tiene en mente sobre todo a las familias que oran juntas. La mejor oración es la que decimos junto con Nuestra Señora mientras continuamos el camino a nuestra salvación y la salvación del mundo. La trayectoria que seguimos con la oración es camino que nos lleva a Jesús. Por lo tanto, es importante orar con el corazón, que significa rezar con todo tu ser.

Pocas veces pensamos en la vida eterna. Aunque el hombre haya sido creado para la vida eterna junto con la amistad y el amor de Dios. Hay varios obstáculos en nuestro camino a la eternidad. Éstas son, sobre todo las cosas terrenales, las cuales son como el polvo en nuestros ojos que evitan que amemos la vida eterna, que es nuestro futuro. Al leer el libro de Génesis podemos ver que Dios invitó a hombre para ser su socio en la tierra. El hombre recibió la orden de Dios para someter la tierra: "Sean fecundos y multipliquense, llenen la tierra y sométanla…" (1:28 de GEN). Nos advierte de no ser esclavo de las cosas que utilizamos, tales como Televisión, teléfonos móviles, periódicos, alcohol, cigarrillos, drogas y demás. Nuestra patria no está aquí en la tierra. Somos aquí meros transeúntes. No sólo se nos ha llamado para reinar como reyes y para gobernar la tierra, sino para prepararnos para la eternidad.

Nuestra Señora dá una respuesta para todos aquellos que se preguntan porqué se ha aparecido por tanto tiempo. Ella nos dice: "Estoy aquí con ustedes por todo este tiempo porque ustedes están en el camino equivocado. Estar en el sendero erroneo significa estar lejos de Dios. Las señales de que la persona está en el camino errado son: estar intranquilo, tener cargo de conciencia y estar descontento. Que no siguen los mandamientos de la Iglesia y que comiten pecados graves, que siempre se ponen en primer plano y que siempre piensan tener la razón. Nuestra Señora ha estado con nosotros por todo este tiempo para ayudarnos a abrir los ojos y ver cuáles son los verdaderos valores. Al final de su mensaje ella aníma a los que han respondido a su llamado. Nuestra Señora dice: "Hay muchos de ellos los cuales viven mis mensajes y saben que están en el camino de la santidad hacia la eternidad". Este mensaje nos alienta para ser mejores y para tomar la desición en perseverar en la santidad.

Padre Danko Perutina
Medugorje 26/01/09