Reflexiones al Mensaje del 25 de abril de 2009


¡OREMOS POR LA PAZ Y SEAMOS TESTIGOS DE LA PAZ!

"¡Queridos hijos! Hoy los invito a todos a orar por la paz y a testimoniarla en sus familias, a fin de que la paz se convierta en el tesoro más grande en este mundo sin paz. Yo soy su Reina de la Paz y su Madre. Deseo conducirlos por el camino de la paz que solamente proviene de Dios. Por eso, oren, oren, oren. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!" 04/2009


En su mensaje del 25 de abril del 2009, Nuestra Señora nos llama a orar por la paz y al mismo tiempo testimoniarla, primero en nuestras familias y luego en el mundo entero. Es un hecho que vivimos en varias formas una era sin paz. Teniendo ésto en cuenta, no debemos permanecer indiferentes, sino debemos hacer todo lo posible para crear la paz. La Iglesia, que desde un principio ha estado anunciando El Gozo de la Buena Nueva, ha sido llamada para anunciar y establecer un ambiente de paz. En el mensaje escrito en ocasión del Día Mundial de la Paz, el Papa Juan Pablo II, que en paz descanse, dijo: "No pretendamos encontrar en el Evangelio un texto listo y pre-hecho con fórmulas de ésto y aquello para avanzar y obtener la paz. Pero en cada página del Evangelio y de la historia de la Iglesia nos encontramos con un espíritu de amor fraterno poderosamente enseñando la paz. "Nosotros los cristianos estamos llamados a anunciar y a testimoniar la paz con nuestras propias vidas. Establecer la paz no es cuestión de elección, es una obligación. La paz nunca se ha establecido de una vez por todas, pero necesita ser creada todo el tiempo porque el anhelo más profundo del corazón del hombre es realmente la paz. El Finado Padre Slavko Barbric escribe acerca de la paz en su libro "Ayunar con el Corazón". "¿Cuántas veces perdemos la paz porque somos arrogantes, egoístas, envidiosos, celosos, avaros y consumidos por el poder y el honor. La experiencia nos confirma que, por medio del ayuno y la oración, el mal, la arrogancia y el egoísmo se superan; el corazón se abre y el amor, la humildad, la generosidad y la bondad crecen. Por lo tanto, las condiciones para la verdadera paz se cumplen.

Cualquiera que tenga paz, porque ama y perdona se mantiene spiritual y físicamente saludable. También el que se mantiene capaz de formar su propia vida en una manera digna del hombre que es lo más exaltado de las criaturas de Dios. A través de ayuno y oración, las necesidades humanas disminuyen y son llevadas en proporción moderada. Con ésto también se crean las condiciones de paz junto con una relación amistosa con los demás y las con las cosas materiales. En todo lo que hacemos, ya sea bueno o malo, buscamos la paz. Cuando una persona ama, busca y experimenta la paz o incluso cuando se mantiene sobrio o lucha contra la adicción, busca la paz. Cuando se enborracha, también busca la paz. Cuando se lucha por su vida y las vidas de las personas que ama, se da cuenta de la paz ".

La Reina de la Paz quiere conducirnos a la paz verdadera, que es su Hijo y Nuestro Señor Jesucristo, que es el verdadero rey de la paz. La oración es el camino seguro que conduce a Jesús y al cielo. En su último mensaje nos insistió tres veces a orar por la paz, así que la única forma correcta es la oración. Respondamos con todo nuestro corazón y alma a la llamada de Nuestra Madre María, Reina de la Paz, y ella nos llevará a la verdadera paz, del amor de Dios, su cercanía y alegría.


Padre Danko Perutina
Medugorje 26/04/2009


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Last Modified 05/23/2009