COMENTARIO DEL PADRE SLAVKO
Reflexiones al Mensaje del 25 de Noviembre de 1997.
"¡Queridos hijos! Hoy los invito a comprender su vocación
cristiana. Hijitos, Yo los he guiado y los guío a través de este
tiempo de gracia, a fin de que lleguen a ser conscientes de su vocación
cristiana. Los Santos Mártires murieron testimoniando: 'Yo soy cristiano
y amo a Dios por sobre todas las cosas.' Hijitos, también hoy los invito
a regocijarse y ser cristianos gozosos, responsables y conscientes de que Dios
los ha llamado de un modo especial para ser manos gozosamente extendidas hacia
quienes no creen y para que, con el ejemplo de sus vidas, ellos puedan recibir
la fe y el amor a Dios. Por eso, oren, oren, oren, para que su corazón se
abra y sea sensible a la Palabra de Dios.
¡Gracias por haber
respondido a mi llamado!
La paz sea con todos ustedes que siguen los mensajes de Nuestra Señora.
De nuevo, María nos ha dado un mensaje. Pero antes de sumergirnos en él
con nuestra mente y nuestro corazón, recordemos primero lo que nos dijo
el mes pasado. Nos dijo que renováramos nuestras vidas de acuerdo a los
mensajes, que nuestras vidas deben ser una oración y que, haciéndolo
así, nos convirtamos en ejemplo. Pero sobre todo expresó su deseo
primordial, un deseo que está íntimamente relacionado con su
presencia entre nosotros durante estos 16 años y 5 meses. Ella desea
hacer de nosotros portadores de paz y del gozo de Dios en este mundo. Resulta
claro que existen dos caminos para alcanzar la paz - el camino de Jesús y
el camino del mundo. Esto lo vemos claramente si pensamos en lo que ocurrió
el Viernes Santo. Jesús muere para darnos la paz y abrirnos el camino a
la paz. Y El ora por la paz desde la Cruz y se reconcilia y muestra amor a
quienes Lo crucificaron. Ellos y los otros en cuyo nombre Se le crucificó
-los fariseos y el Sanedrín- buscaban lo mismo que El - la paz. Así
pues, tanto el Crucificado como quienes lo crucificaron querían la paz.
El camino de Jesús fue dejarse crucificar para alcanzar la paz y el
camino del mundo, crucificar a otros para que pueda haber paz.
Los hechos del Calvario se repiten constantemente en nuestra vida, porque
siempre enfrentamos una intersección y debemos decidirnos ya sea por el
camino de Jesús o por el camino del mundo. Cuando nos insultan y tratamos
de crucificar nuestro orgullo y todos los demás sentimientos negativos
intentando así mantener la paz con los demás, hemos optado por el
camino de Jesús. Pero cuando, por causa de nuestro enojo, deseamos
crucificar a otros y respondemos el golpe, estamos optando por el camino del
mundo. Sin embargo, el camino del mundo NO trae consigo la auténtica paz.
Además de la pregunta, ¿qué camino he de seguir?, hay otra
profundamente relacionada con ésta y es: ¿A que profeta sigo? ¿Al
profeta auténtico o al falso profeta? El profeta auténtico dice: "Conviértete,
ora y ayuna, cree y Dios te dará la paz." El falso profeta también
nos habla de paz, pero no de conversión, no de oración y ayuno y
tampoco de amor, sino más bien de devolver el golpe pagando a los demás
con la misma moneda. Este falso profeta a menudo es mucho más atractivo
que el auténtico profeta, porque no es fácil vencerse uno mismo y
muchas veces es más fácil rezar un Rosario entero que perdonar una
vez más. Así, María desea prepararnos para la mejor tarea
en la tierra -- llevar la paz y el gozo de Dios. Hagámoslo, pues, sin
olvidar al mismo tiempo que ésta es la tarea más difícil
también, porque trabajar en uno mismo es más que difícil y
dura toda la vida. Con todo, puesto que estamos en la escuela de María,
seguramente deseamos decidirnos por el camino de Jesús a la paz. De este
modo, seremos también embajadores de María que son capaces de
llevar el camino de Jesús a otros y que prefieren dejarse crucificar
antes que crucificar a los demás. Para ello, simplemente debemos orar a
fin de que el deseo de María se haga realidad en nuestras vidas y a través
de nosotros, también en nuestras familias, comunidades, la Iglesia y el
mundo entero.
En este momento, de los cuatro videntes que aún tienen apariciones
diarias, sólo Vicka está en casa. Jacov deberá retornar de
EU próximamente, mientras que Ivan también está allá
dando su testimonio en varias Conferencias. María está de vuelta
en Monza, Italia, con sus tres hijos y prometió regresar a Medjugorje
para Navidad. Mirjana e Ivanka viven aquí con sus familias. Mirjana a
menudo habla con los peregrinos, mientras que Ivanka se ha retraído
completamente con su familia. La más activa, en cuanto se refiere a
reunirse con los peregrinos, sigue siendo Vicka. Son ya 16 años y 5 meses
desde que María comenzó a aparecerse aquí y aún no
sabemos cuánto tiempo continuará. De algún modo, ahora hay
menos peregrinos aquí y es que se aproxima la temporada más
tranquila para nosotros. Con todo, siguen viniendo grupos más pequeños
de Rumania, Hungría, Polonia, Alemania, Austria, Italia, Francia, Canadá,
México y los Estados Unidos. Medjugorje está vivo.
Como ya dijimos, María nos ha dado una vez más un importante
mensaje y para entenderlo mejor, recordemos que estamos prácticamente al
final del año litúrgico. Este año fue consagrado por el
Papa a Jesús, el Hijo de Dios. El Adviento comienza el próximo
Domingo pero, también según el programa yla dirección
espiritual de nuestro Santo Padre, inicia también el Año del Espíritu
Santo. Recordemos todo esto al leer el mensaje y también al meditarlo.
El Domingo pasado, dentro del año litúrgico, fue la Fiesta de
Cristo Rey y esto implica que, por un lado, aceptemos a Jesús como
nuestro Rey y, por el otro, que entendamos nuestra vida así como nuestra
vocación a través de El. Por tanto, María dice...
HOY LOS INVITO A COMPRENDER SU VOCACION CRISTIANA
Jesús siempre habló claramente y convocó a los Apóstoles
y los envió a los confines del mundo. El mismo vino con un poder que
abarcó cuatro vertientes -- proclamar la Palabra, sanar a los enfermos,
perdonar nuestros pecados y liberar a la gente del demonio. Y con este mismo
poder envió a Sus Apóstoles, transfiriéndolo así a
la Iglesia, que congrega a todos los bautizados cristianos. La vocación
cristiana significa en realidad abrirse completamente a Dios, aceptar Su
voluntad, vivir en paz y luego, a partir de esa paz, ir al mundo y hacer allí
lo que hizo Jesús. La vocación cristiana, dicho muy sencillamente,
es entregar la propia vida a Dios Padre y al Espíritu Santo y a través
de ello, vivir esa vida de modo que los demás puedan reconocer a Jesús
en nosotros. Después María dice...
HIJITOS, YO LOS HE GUIADO Y LOS GUIO A TRAVES DE ESTE TIEMPO DE GRACIA
Son ya 16 años y 5 meses desde que María fundó esta
escuela y esto implica realmente a una guía particular. Los mensajes
fundamentales de la paz, la conversión, la oración, el ayuno, la
fe, rezar el Rosario, confesarse una vez al mes, asistir a la Santa Misa y leer
la Sagrada Escritura integran el currículum de esta escuela. Pero los
mensajes semanales que María nos dio durante algún tiempo cada
jueves y ahora, durante los últimos diez años, una vez al mes son
sus propias palabras que verdaderamente nos proporcionan una guía. Mes a
mes, María nos da una palabra y si tratamos de vivirla, si pensamos en
ella, siempre encontramos directrices muy específicas y también la
respuesta a nuestras interrogantes. En la encíclica MADRE DEL REDENTOR,
el Papa dijo que María no sólo fue la Madre de Jesús, sino
también Su maestra y por tanto, Ella es quien mejor puede enseñarnos
a conocer a Jesús -- y es que María es AMBAS cosas: Madre y
Maestra. Ella nos guía y este tiempo, desde que comenzó a
guiarnos, es auténticamente un tiempo de gracia. Ciertamente muchas, pero
muchísimas personas han entendido que el tiempo en que vivimos es un
tiempo muy especial, simplemente porque a través de su venida a
Medjugorje y de haberles permitido entrar en contacto con este evento, ellas han
recibido grandes gracias. Esto pueden confirmarlo todos los que han comenzado a
orar, ayunar y reconciliarse con los demás o que han descubierto la
Misa o la Palabra de Dios en la Sagrada Escritura y también por un número
siempre creciente que ha descubierto la Adoración al Santísimo
Sacramento. Y...
A FIN DE QUE PUEDAN SER CONSCIENTES DE SU VOCACION CRISTIANA
... esto ciertamente es una gracia también. Con este llamado a que
seamos conscientes de que tenemos una vocación, podemos pensar en un gran
número de personas que de hecho se dicen cristianas, pero que simplemente
viven sin siquiera pensar en ello. Hay tantos que no oran del todo, tantos que,
desde su confirmación o su matrimonio en una iglesia, no han tenido ya
nada que ver con la Iglesia y también están todos aquellos que, en
sus vidas, no se inspiran ni se dejan guiar por los Mandamientos. Todos ellos no
están conscientes de su vocación cristiana. Pienso aquí en
las muchas cosas que he oído de los participantes en nuestros retiros de
ayuno. Cuántas veces he oído que les daba vergüenza de ayunar
en frente de otros. Mi respuesta ha sido siempre que si aquellos que comen o
beben demasiado no sienten vergüenza, ¿por qué nosotros hemos
de avergonzarnos por ayunar? ¿Por qué somos incapaces de decir: "Sí,
soy cristiano. Estoy llamado a ayunar y por tanto, ayuno"? Pero esto ocurre
no sólo con respecto al ayuno, porque muchos incluso sienten vergüenza
de orar. ¿Quién ora abiertamente? ¿Quién, estando en un
restaurante con su familia, ora pidiendo a Dios que bendiga sus alimentos? ¿Cuántos
padres y madres han dejado de orar unidos en familia? Esto sólo puede
entenderse porque la gente ya no es consciente de su vocación cristiana.
Cuando oímos cuántas familias cristianas se divorcian y hay
regiones en las que, de cada tres familias, dos han recurrido al divorcio. De
nuevo, esto tiene que ver con la ausencia de la conciencia sobre la vocación
cristiana. ¿Cuántos jóvenes de familias cristianas caen hoy
en día en las drogas y en otras adicciones? Una vez más, esto se
refiere al mismo problema y es que no son conscientes de que pertenecemos a
Cristo. Se cuenta una historia de un líder macedonio, Alejandro el
Grande. En algún lugar había problemas con un soldado que fue
llevado ante Alejandro. Lo primero que éste hizo fue preguntarle su
nombre y el soldado respondió que se llamaba Alejandro. La reacción
de Alejandro el Grande fue: "O cambias tu vida, o cambias tu nombre, porque
si continúas como hasta ahora, no te es lícito llamarte Alejandro."
Este llamado de María debe hacernos entender que somos hijos de Dios, que
Dios es nuestro Padre, que estamos ligados unos a otros por el Espíritu
Santo, que María es nuestra Madre y que, al ser conscientes de ello,
hemos de conformar nuestras vidas según esta realidad. Y podemos
preguntarnos, ¿dónde están los cristianos conscientes en la
política, en la economía, en el ejército? ¿No decimos
a menudo que nuestros errores, nuestras limitaciones y pecados son simplemente
parte de los tiempos que vivimos? ¡Una actitud así no tiene lugar
dentro de nuestra vocación cristiana! No es digna de un cristiano que se
diga seguidor de Jesús -- Jesús que, por amor, dio Su vida por la
verdad. Por eso, María nos presenta también a los Santos cuando
dice...
LOS SANTOS MARTIRES MURIERON TESTIMONIANDO
... y luego define a los mártires cuando menciona lo que ellos dijeron:
"YO SOY CRISTIANO Y AMO A DIOS POR SOBRE TODAS LAS COSAS"
Un mártir es alguien que, ante cualquier situación, le resulta
perfectamente claro quién es él y en cualquier circunstancia ama a
Dios por sobre todas las cosas, incluso su propia vida. Estos son los hombres y
mujeres a lo largo de la historia que sacaron adelante la fe y también a
través de los cuales, la Iglesia ha seguido viviendo y es renovada. Y si
pensamos en la Iglesia Católica actual, nos daremos cuenta que, tal como
dijo Jesús, se ha convertido en un pequeño rebaño. Esto,
porque muchos han perdido la conciencia de que son cristianos y ya no saben lo
que eso significa en realidad. Así que es justificable que el Papa quiera
que tomemos parte en la Nueva Evangelización, a fin de que de nueva
cuenta seamos conscientes de quiénes somos realmente. Ciertamente,
Medjugorje, por gracia de Dios y por la presencia de María, ha ayudado a
muchos a dar el primer paso en esta conciencia renovada. El resto de lo que María
nos dice en este mensaje está profundamente ligado con el Evangelio.
TAMBIEN HOY LOS INVITO A REGOCIJARSE Y A SER CRISTIANOS GOZOSOS
Alguien dijo una vez, "Un cristiano triste es un triste cristiano."
Y es que todos nosotros tenemos buenas razones para estar gozosos, porque
teniendo a nuestro Padre Celestial que nos ama, que nos ha revelado Su amor
infinito por medio de Su Hijo Jesucristo, que nos prometió al Espíritu
Santo y sabiendo que nuestros nombres están inscritos en el Cielo, en el
'Libro de la Vida', que Dios nos lleva grabados en Su mano y que las palabras
del Salmo "si vuelo sobre las alas de la aurora y me instalo en el extremo
del mar, también allí me alcanzará tu mano" se
refieren también a nosotros personalmente. ¡Estas son, entonces, las
razones reales por las que nada ni nadie puede impedirnos ser cristianos
gozosos! Jesús mismo dijo: "Dichosos serán ustedes cuando los
injurien y los persigan, no tengan miedo, alégrense porque sus nombres
están inscritos en el cielo". Es por estas palabras que todo
bautizado cristiano debiera ser un cristiano gozoso. En la Sagrada Escritura,
encontramos también las palabras de San Pablo de que "quien da con
alegría ama a Dios." Así que cuando oremos, cuando ayunemos,
cuando hagamos el bien, hagámoslo siempre con gozo. Este gozo, sin
embargo, no excluye el sufrimiento, el dolor, las lágrimas. Y es que el
gozo es una condición del alma que nos da la fortaleza para llevar también
nuestra cruz y nuestras lágrimas con gozo. SOLO de este modo podremos
cumplir con nuestra responsabilidad en el mundo y realizar nuestra tarea, porque
María desea igualmente que seamos...
RESPONSABLES Y CONSCIENTES DE QUE DIOS LOS HA LLAMADO DE UN MODO ESPECIAL A SER MANOS GOZOSAMENTE EXTENDIDAS HACIA QUIENES NO CREEN
Y realmente depende de nosotros...
PARA QUE CON EL EJEMPLO DE SUS VIDAS, ELLOS PUEDAN RECIBIR LA FE Y EL AMOR A DIOS
Esto es fácil de entender, si pensamos en la Madre Teresa. En su
funeral, todas las personas que hablaron, de todas las diversas religiones y
denominaciones, lo hicieron como si les hubiese pertenecido sólo a ellas.
La Madre Teresa nos enseñó a todos, sus manos siempre estuvieron "gozosamente
extendidas" hacia los demás y ciertamente ella ayudó a mucha
gente a regresar a la fe y al amor a Dios. Es siempre una parte de la vocación
cristiana y una tarea el llevar el gozo y la paz a otros y María nos
invitaba a eso mismo en su mensaje de Octubre. ¿Quién va a creernos
si somos cristianos tristes? ¿Quién va a sentir entusiasmo por Dios,
si nosotros no los acogemos con gozo? Y hay tanta gente que espera gozo y paz y
tantos que andan en busca de un pedazo de pan y se vuelven a nosotros en su
necesidad. El pan del amor y el pan del gozo es el pan que todos andamos
buscando. Y si los cristianos, desde nuestra fe, no tratamos siempre de llevar
gozo a los demás, ellos lo buscarán en el mundo. Un gozo así
sólo termina en placeres que únicamente conducen a las adicciones
y la destrucción. Especialmente en este tiempo de Adviento, debemos de
nuevo mostrar y de manera específica nuestras manos "gozosamente
extendidas" hacia quienes nos necesitan. Por eso, aprovecho este momento
para dar gracias a todos aquellos que hacen algo por los huérfanos, que
están involucrados con programas de adopción o con los muchos
refugiados, porque cada acto hecho con gozo no sólo ha aliviado su vida física
sino también el propósito de la misma. Después María
nos llama tres veces...
POR ESO, OREN, OREN, OREN
... y esta vez su intención es...
QUE SU CORAZON SE ABRA Y SEA SENSIBLE A LA PALABRA DE DIOS
Aquí se trata de una cuestión muy apropiada y necesaria para
todos nosotros. ¿Cómo vamos a comenzar el nuevo año litúrgico?
Estamos ahora en el tiempo de preparación a la Navidad, pero también
estamos comenzando el Año del Espíritu Santo. ¿Estarán
nuestros corazones abiertos? ¿Vamos a ser sensibles a la Palabra de Dios?
Por ejemplo, si Dios nos dice en Su Palabra "regocíjense", ¿este
llamado resultará realmente en que nos llenemos de gozo? Un corazón
abierto y sensible a la voluntad de Dios, por ejemplo, nunca vivirá en el
temor. En la Biblia encontramos las palabras: "No teman, Yo estoy con
ustedes" 165 veces. Un corazón abierto y sensible vivirá en
paz porque el primer saludo de Jesús después de la Resurrección,
fue también: "La paz con ustedes, no teman." Así pues,
en este Adviento y en el Año del Espíritu Santo, sólo nos
queda una cosa -- orar para que nuestro corazón esté abierto y sea
sensible a la Palabra de Dios. María nos alentó a orar pidiendo el
don del Espíritu Santo, porque cuando El venga sabremos todo lo que
necesitamos saber.
Oremos...
Dios, Padre nuestro, gracias porque Tú eres nuestro Padre y porque
nos has llamado a ser Tus hijos. Gracias porque nos has revelado Tu amor por
medio de Jesucristo, Tu Hijo, que se hizo hombre. Te alabamos por la
misericordia que nos has mostrado en El. Te damos gracias porque nos has
prometido enviarnos a Tu Espíritu Santo y especialmente por habernos
enviado a María para que pueda guiarnos en este tiempo de gracia. Te
pedimos, oh Dios, Padre nuestro, que abras nuestros corazones y nos liberes de
todo lo que nos cierra a Ti. Danos la gracia de regocijarnos con Tu Palabra.
Danos la gracia de poder entenderla y aceptar Tu voluntad sin miedo.
Especialmente, Te pedimos que abras los corazones de todos los cristianos
bautizados a Tu Palabra durante este Adviento, a fin de que podamos ser muy
conscientes de que Tú nos has enviado al mundo a mostrar a otros Tu amor.
Danos la fortaleza de vivir con nuestras manos gozosamente extendidas, para que
quienes no Te conocen puedan llegar a hacerlo. Danos la gracia de ser siempre
conscientes, en cualquier situación, que somos cristianos y amarte por
sobre todas las cosas. Te suplicamos, bendice al Papa y a todos los Obispos, a
todos los Sacerdotes, a todos los padres de familia y maestros para que puedan
estar abiertos a Tu Palabra y servir y ayudar a quienes les has confiado para
llegar a conocerte como Padre. Haz que todos vivamos en este mundo responsable y
conscientemente. Danos la gracia de ser hombres y mujeres de buena voluntad, a
fin de que durante este nuevo tiempo seamos Tus manos en este mundo. Todo esto
Te lo pedimos Padre, por Jesucristo Nuestro Señor y por el Espíritu
Santo. Amén.
Fra. Slavko, Medjugorje,
Medjugorje, Noviembre 27 de 1997