Reflexiones al Mensaje del 25 de noviembre de 2008
ENTREGUEN SUS VIDAS EN LAS MANOS DE JESÚS
Mensaje del 25 de diciembre de 2008 "¡Queridos hijos! Ustedes corren, trabajan y acumulan, pero sin bendición. ¡Ustedes no oran! Hoy los invito a que se detengan ante el Pesebre y mediten sobre Jesús, a quien también hoy les doy, para que El los bendiga y les ayude a comprender que sin El no tienen futuro. Por eso, hijitos, pongan sus vidas en las manos de Jesús para que El los guíe y proteja de todo mal. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!" 12/2008
El día de la Navidad celebramos el nacimiento de Jesús. El 25 de diciembre Nuestra Señora nos dio un mensaje, que es un recordatorio y una llamada. Ella nos dice: ¡Queridos hijos! Ustedes están corriendo, trabajando, recogiendo - pero sin bendición. Estas palabras son verdades. Inclusive, nos tocan hasta lo más profundo porque vienen de la boca de Nuestra Señora. Si vemos a nuestro alrededor, podemos notar como estamos ansiosamente preocupados de las cosas materiales. Trabajamos duro y no vemos ninguna bendición. No hay bendición porque no ponemos a Dios primero. Podríamos notar que pocos días antes de la Navidad los almacenes, tiendas y salones de belleza estaban más llenos que los confesionários. Mucha atención se presta al aspecto personal, mientras que no nos esforzamos mucho hacia la belleza interna del alma. Si estuviéramos interesados en la salvación de nuestras vidas spirituales tanto como estámos interesados con las cosas exteriores, muy pronto el Paraíso empezaría a florecer en la tierra.
En su mensaje Nuestra señora continúa diciendo: ¡Ustedes no estan rezando en las mañanas antes de ir a trabajar, La mayoría de los Católicos solamente hacen la Señal de la Cruz, sin ningúna otra oración más profunda. Por la tarde, cansados del trabajo, caen dormidos en la segunda Ave Maria. Y siguen de ésta manera día a día. Nuestro cuerpo se está cansando, pero nuestra alma está aún más cansada. Entonces nos preguntamos: ¿Por qué no hay bendiciónes? ¿Por qué Dios no nos escucha? Él nos oye, pero somos nosotros los que no lo escuchamos a Él. Siempre que Él viene, nosotros no estámos en casa.
Nuestra Señora nos llama a pararnos enfrente del pesebre para meditar en Jesús, es Ella quien nos lo da hoy para bendecirnos y para ayudarnos a comprender que sin Él, no tenemos ningún futuro. La Navidad, el nacimiento de Jesús, es un día de fiesta del amor eterno e infinito de Dios que ha entrado en la historia bajo la forma de un niño inofensivo. Mientras que estamos meditando y pensando en el nacimiento de Jesús, debemos considerar que no es simplemente una agradable historia de un pequeño niño, con pastores, ángeles y reyes que vivieron hace mucho tiempo. Es un día de fiesta que habla sobre la conexión continua entre Dios y el hombre. No es un acontecimiento que ocurrió hace mucho tiempo. Es una realidad que debería estar sucediendo en nosotros diariamente. Dios se incorpora y se hace Dios con nosotros diariamente. Lo encontramos en la santa misa, en los sacramentos, en las oraciónes y en las buenas obras. Jesús quiere seguir naciendo en nosotros, sus queridos hijos e hijas, así como en la comunidad de sus creyentes, en la iglesia, que es Su misteriosa encarnación.
Nuestra Señora nos ofrece una solución a todos nuestros miedos y ansiedades - es Su Hijo Jesús. Ella nos dice: Entregen sus vidas en las manos de Jesús, para que Él los dirija y proteja contra todo mal. Solamente en las manos de Jesús, solamente en su corazón tendremos verdadera protección contra todo mal. Seamos testimonios de la Buena Nueva y tengamos esos primordiales sentimientos felices a los cuales San Pablo nos llama: " ¡Hermanos! ¡Alégrense en el Señor en todo tiempo. Les repito: alégrense.." (Fil. 4: 4). No seamos buscadores de oro luchando toda nuestra vida buscandolo, encontrándolo, cavándolo, pero permaneciendo el más pobre aunque sostengamos el oro en nuestras manos. Dejen que Recien Nacido Jesús bendiga toda nuestras vidas y nuestros nobles esfuerzos.
Padre Danko Perutina
Medugorje 26/12/2008