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26 de octubre de 2005
MEDITATION
"¡Hijitos, crean, oren y amen, y Dios estará cerca de ustedes. El les dará las gracias que le pidan. Yo soy un don para ustedes porque Dios me permite día a día estar con ustedes y amarlos a cada uno con un amor inconmensurable. Por eso, hijitos, en oración y humildad abran sus corazones y sean testigos de mi presencia. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!" 25 de octubre de 2005
NUESTROS CIMIENTOS
Hace mucho tiempo, 250 años antes de Cristo, el científico griego Arquímedes dijo: “Denme un punto de apoyo y moveré el mundo.’ En estas palabras se esconden muchos mensajes. A primera vista se impone la idea de un punto de apoyo como condición de la acción. Sin embargo en qué se apoya el hombre de hoy: en los padres, los amigos, el conocimiento, el dinero, el poder, la seguridad, la belleza y en la suerte, que no se interpreta como providencia de Dios sino como algo “escrito en las estrellas’. Sin un punto de apoyo estable caemos. Eso es evidente en la vida cotidiana. Por eso buscamos apoyos firmes y serios.
Recordemos un detalle del Antiguo Testamento en que a Moisés, ya fatigado, el hermano Aarón le sostiene el brazo y lo apoya con la oración (Ver. Ex 17,12). Era su apoyo. Si esa escena bíblica se transpusiera a Medjugorje, podemos percibir fácilmente donde está el apoyo para nuestro camino. La Virgen nos sigue continuamente en nuestros esfuerzos para levantarnos de nuestras caídas, llamándonos a la oración, al ayuno, a la penitencia, a Jesús. Ese apoyo lo encontraron todos aquellos que se lanzaron al encuentro de Jesús y dejaron las seguridades terrenales. Dios sabe cuán frágiles y débiles somos, por eso El se nos ofrece como acompañante, como piedra fundamental. Jesús, en la imagen de la edificación de la casa sobre la arena, nos advierte que debemos tener un cimiento firme para construir. No podemos construir edificaciones poderosas y grandiosas en un terreno frágil. Así también sucede con nuestras vidas. Porque, como la Escritura nos enseña, si el Señor no está presente en la edificación de una casa, los constructores se esfuerzan inútilmente.
Todos estamos en peligro de elegir cimientos equivocados y no verificados. Por doquier se ofrece una falsa seguridad, cada uno desea merecer nuestra confianza. En ese sentido, San Pablo nos enseña divinamente en la Carta a los Colosenses: “No se dejen esclavizar por nadie con la vacuidad de una engañosa filosofía, inspirada en tradiciones puramente humanas y en los elementos del mundo, y no en Cristo.’ (Col 2,8)
Estas palabras parecieran haber sido escritas hoy. La gente desea crear un mundo propio, olvidándose que Dios los creo a ellos y a ese mundo también. De ser criatura el hombre desea llegar a ser creador y se apoya solamente en sí mismo. Por eso no hay que extrañarse de la impotencia del mundo en las cosas más importantes: la paz, la dignidad del hombre, la justicia… Por eso, si encontramos nuestro cimiento en Cristo, nuestros éxitos no tardarán en llegar. Dios, precisamente por medio de la Virgen en Medjugorje ha dado un nuevo impulso a la humanidad. El mensaje es claro: aceptar a Jesús y sólo entonces podemos esperar que el universo se ponga en movimiento y salga del estado de caos y alcance el bienestar. Así también sucede con nuestra vida personal. Las cosas no se mueven por sí mismas. Aprendamos de Jesús, quien se apoyó completamente en el Padre y perseveró hasta el final. Por eso, tú que estás cansado, agobiado, desilusionado, engañado, en pecado, apóyate en Aquel que todo lo hace nuevo y lo hace comenzar de nuevo.
Fr. Mario Knezovic
N O T I C I A S
NUMERO DE SANTAS COMUNIONES Y DE CONCELEBRANTES
Durante el mes de septiembre en el santuario de la Reina de la Paz de Medjugorje fueron impartidas 178 000 santas comuniones, y en las Santas Misas concelebraron 4 048 sacerdotes del país y del extranjero.
Durante ese mes visitaron Medjugorje grupos de peregrinos provenientes de: Italia, Eslovenia, Corea, Polonia, EE.UU, Irlanda, Brasil, Filipinas, Eslovaquia, República de Sudáfrica, República Checa, Argentina, Inglaterra, Francia, Bélgica, Alemania, Canadá, Hungría, China, Grecia, Austria, Portugal, México, Líbano, Países Bajos, Panamá, Serbia y Montenegro, Indonesia, Malta, Rumania, Lituania, Malasia, España, Nueva Zelanda, Escocia, Croacia y Bosnia-Herzegovina.
VISITA DEL OBISPO DE CANADA
Del 9 al 17 de de octubre de 2005, Mons. Pearce Lacey, obispo auxiliar emérito de Toronto, estuvo en Medjugorje en su cuarta visita privada acompañando a un grupo de peregrinos de Canadá. Mons. Lacey participó en el programa para los peregrinos, confesó regularmente y se encontró con los sacerdotes en servicio en Medjugorje.
Visitó Medjugorje por primera vez en 1987 y declaró lo siguiente: “… creo que la Virgen se aparece en este lugar.’
“DIA DEL PAN’
El “Día del Pan’ es una manifestación que los alumnos y los trabajadores de la Escuela Primaria de Bijakovici en Medjugorje ya desde hace varios años organizan en las dependencias de la escuela. Este año, la manifestación se realizó frente a la iglesia parroquial. El sentido de estos acontecimientos es agradecer por el “pan de cada día’ y por la vida que proviene de Dios, y aprender cómo aprovechar mejor el pan y todos los dones de Dios. Participaron todos los alumnos de la escuela primaria, los trabajadores y los catequistas. Para este encuentro los alumnos trajeron frutos de la tierra y pan, panecillos y rosquillas que prepararon en casa. Todo el dinero recolectado de la venta y de las donaciones se utilizará para la construcción de una sala de gimnasia que esta escuela primaria aún no tiene.
VISITA DEL OBISPO DEL CONGO
En septiembre de 2005, con ocasión de su segunda peregrinación privada, estuvo en Medjugorje, Mons. Stanislas Lukumwena Lumbala, O.F.M., obispo de la diócesis de Kole en la República Democrática del Congo. Fue ordenado sacerdote en 1979, y obispo en 1998. Mons. Lukumwena es el primer africano provincial franciscano en el Congo, y el primer africano ordenado obispo en el Congo. Vino a Medjugorje a transcurrir su tiempo en oración personal y en renovación espiritual. Transcurrió varias horas confesando a los peregrinos en italiano y en francés.
Acerca de sus impresiones testimonió en la Radioemisora “Mir’ Medjugorje, y dijo:
“Vine a Medjugorje a buscar paz interior. Un obispo en Africa es un constructor, es aquel que repara las calles, construye puentes, escuelas. El obispo hace de todo y hay momentos en que en verdad necesita descanso espiritual. Por eso he venido a este lugar, a retirarme algunos días, a orar junto con los peregrinos. Lo que me parece muy bien en este lugar es que puedo confesar. Ayer estuve sentado cuatro horas en el confesionario. En mi diócesis no tengo muchas ocasiones para confesar. Es maravilloso ver cuánta gente viene a este lugar a confesarse.
En este último tiempo la Iglesia insiste especialmente en el Sacramento de la Eucaristía y de la Reconciliación. Aquí precisamente encontramos esos dos importantes sacramentos. Al principio se habló mucho de las apariciones, ahora se habla cada vez más de la espiritualidad. Aquí se desarrolla una gran espiritualidad. El mensaje ha sido dado, el mensaje de la paz y de la conversión, y hay que aprovechar y vivir ese mensaje. La gente prefiere lo sensacional. Cuando se hablaba de los mensajes y de los videntes, la gente acudía corriendo, y ahora se habla menos de eso, y se va cada vez más a lo profundo. La vida interior del hombre debe apoyarse en los sólidos valores evangélicos. Por eso digo que la profundización del mensaje, es decir, la oración, la Eucaristía, la Confesión, se convierten en el fundamento de una vida espiritual profunda.
Acerca de Medjugorje hablo de manera privada. Yo soy obispo de otra diócesis y no deseo hablar sobre asuntos que no me incumban directamente. Vengo por una devoción personal. No hay que preocuparse continuamente por el reconocimiento. El reconocimiento llegará seguramente. Los obispos vienen y vienen a orar. Hay algo que nos atrae, que nos ha impresionado. Poco a poco Medjugorje será reconocido. Que cada uno viva su devoción. En mi diócesis de Kole estamos preparando la puesta en funcionamiento de una radioemisora, que será una nueva posibilidad para conocer mejor Medjugorje.’
EL RITO DEL TRANSITO DE SAN FRANCISCO
El 3 de octubre, en la vigilia de la festividad de San Francisco, con una liturgia especial, la familia franciscana en todo el mundo celebra la - “Transición’ - el tránsito a la vida eterna de su fundador, San Francisco de Asís.
En la parroquia de Santiago Apóstol en Medjugorje, el rito fue celebrado inmediatamente después de la Santa Misa vespertina. Participaron los sacerdotes franciscanos de Medjugorje, las religiosas franciscanas, y los miembros de la Juventud franciscana y de la Tercera Orden franciscana.
Con la participación de los parroquianos y de los peregrinos, el coro de la Juventud franciscana y de las Palomas de la paz, la Santa Misa vespertina y el rito del tránsito de San Francisco fueron presididos por Fr. Ivan Sesar.
VISITA DEL EPARCA DE AUSTRALIA Y DE NUEVA ZELANDA
Mons. Issam John Darwish, BSO, DD., eparca de los melquitas greco-católicos de Australia y de Nueva Zelanda, estuvo en peregrinación privada en Medjugorje del 12 al 19 de septiembre de 2005. En Medjugorje celebró el XXXIII aniversario de sacerdocio. Antes del año 1996, cuando se convirtió en obispo para los melquitas de Australia y Nueva Zelanda, trabajó con los niños abandonados del Líbano. Acerca de sus impresiones dijo:
“La semana pasada estuve en Castelgandolfo con mi grupo de peregrinos y oramos el Angelus con el Papa. Después del Angelus visité al Santo Padre, era un encuentro ya programado. Para ese encuentro teníamos un programa determinado anteriormente. Al término de la conversación, le pedí al Santo Padre que bendijera al grupo que al día siguiente se dirigía a Medjugorje. Si alguna vez ha encontrado al Papa, debe de saber que tiene una sonrisa maravillosa. Sonrió y con gran bondad dijo: “Que Dios los bendiga y los proteja.’
Entre nuestros parroquianos existe una gran devoción hacia María. Vinieron a visitarme y me pidieron que este año los acompañara a Medjugorje. A pesar de que tengo mucho trabajo, les dije inmediatamente que aceptaba. Posteriormente pensé que hubiera sido mejor decirles que no, pero ahora me siento contento de haber venido. Cada día meditamos acerca de la vida de María, desde el inicio hasta la Cruz. Para mí éstos son ejercicios espirituales marianos. He querido darles a los fieles lo que nuestra Iglesia de Bizancio habla acerca de María. Todas las oraciones fueron dirigidas hacia un mejor conocimiento del papel de María en nuestra vida. Para mí y todo el grupo, la venida a Medjugorje ha sido una bendición. Miramos a María como una persona que conduce hacia Jesús. Ella cumple un papel importante en nuestra vida. Nos conduce a Jesús y profundiza nuestra fe.
El número de peregrinos que viene a Medjugorje es una señal de Dios. La atmósfera de oración que los sacerdotes de este lugar difunden es muy profunda. Pienso que Medjugorje es un lugar de expectativas y que plantea la pregunta: ¿cómo profundizar la fe? La oración ante la Cruz, la Adoración, la Eucaristía – todo eso da a los peregrinos una profunda espiritualidad. Este es un lugar de oración.
Pienso que el papel del sacerdote que acompaña a los peregrinos es muy importante. Para que haya frutos, los peregrinos deben ser acompañados por un sacerdote. Su papel es ayudarlos a ir más allá de la búsqueda de signos. Les he dicho a mis peregrinos que ya tenemos signos: es el Santísimo Sacramento del Altar y los demás sacramentos. Hay que vivir todos los Sacramentos: el Sacramento de la Penitencia, de la Eucaristía, hay que descubrir su papel espiritual. La Virgen nos habla a cada uno. No es necesario ver a la Virgen, la podemos ver con los ojos interiores, con los ojos de la fe.
Pienso que los sacerdotes de este lugar dan a los peregrinos una buena orientación, pero los sacerdotes que acompañan a los peregrinos deberían prestar más atención a las enseñanzas de la Iglesia. Los sacerdotes de este lugar podrían dar instrucciones de cómo se vive de una manera más profunda la conversión interior a los sacerdotes que acompañan a los peregrinos. Y que el Señor actúe en las almas de los creyentes. Hay gente que necesita los sentimientos, y otros no. Esa es la vida cristiana. Los mensajes de Medjugorje son mensajes del Evangelio. No veo otra cosa. La Eucaristía, la penitencia, la oración, eso es el Evangelio. ¿Las apariciones? No sé. No tengo una idea clara, pero pienso que Dios puede hacer todo lo que quiere. Escribiré un folleto sobre mis impresiones acerca de Medjugorje. Alentaré a los creyentes a venir en peregrinación, a fin de que vivan algunos días de oración y de conversión interior. Los impulsaré. Exhortaré a los sacerdotes a venir con ellos.
Tengo un deseo: que Medjugorje se abra hacia fuera, hacia los ortodoxos y los musulmanes, que se convierta en un centro de diálogo con ellos.’
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Last Modified 10/28/2005